Un operador de autobús
Un operador de autobús
Un reloj despertador suena y otro más le hace dúo, estos son eléctricos mientras otro de batería se les une con su claro sonido. Todos ellos anuncian la tercera hora y falta mucho para el amanecer.
El levantarse de repente es la mejor opción y casi corriendo para no ceder al llamado de la cama y descansar. Un duchazo y reanimar el deseo de continuar.
Pasar a un breve desayuno y ahora poner lista la maleta de almuerzo y botellas de agua para beber durante el día e hidratado estar.
Limpiar los cristales del automóvil y después empezar la trayectoria para poder llegar al sitio donde laborar.
Muchos conductores en esa hora temprana ignoran las leyes de transito por andar distraídos, soñolientos o simplemente quizá piensan que nadie los pude ver.
Pasar el punto de seguridad saludando al guardia que suele no dormir mientras todos desean hacerlo o lo hacen.
En la ventanilla, al reportarse obtener la asignación de trabajo y el vehículo que uno ha de usar en ese día laboral.
Una revisión o inspección y llevarlo para cualquier reparación breve, pasar el punto de seguridad y dirigirse al punto de partida.
En el punto de partida poner el letrero adecuado para la destinación que el autobús llevará.
Las luces interiores encendidas. Para poder de una manera agradable y segura poder viajar.
En la parada designada al primer pasajero darle un saludo mientras él paga el pasaje y pasa a sentarse y cómodamente. Uno y otro recibe su saludo, respuesta a su pregunta u oído a su breve conversación.
La mayoría viaja a la misma hora y uno al otro se conoce . Son compañeros de trayectoria a veces de una o dos conecxiones más.
Unos ya han tomado otro microbús, un tren o combinación de ambos para transbordar en mencionado bus.
Toda clase de empleos, muchas veces de salario mínimo u oficina de asistencia pública o centro de atención médica para su salud mejorar.
El operador eficiente tiene que llegar a ser ciego en cuanto a raza y condición social o edad para poder dar a cada uno un trato especial. Cada uno de los pasajeros merece el respeto debido, un saludo y respuesta a su pregunta que para él o ella son importantes para poder a su destino viajar.
Del punto A o sea el punto de partida, al punto B punto de desembarque, el operador tiene en sus manos el bien estar y la vida del pasajero en sus manos. La seguridad es primero, para esto hay que afirmarse a las reglas de seguridad y póliza de la entidad de transporte sin dejar de ser humano. Cada decisión es única en género para un viaje placentero y seguro.
El costo del pasaje asegura la subsistencia de la entidad de tránsito, es una forma de mostrar respeto al usuario y mantiene innecesario flujo de individuos que solamente ponen la paz y orden vulnerable sin necesidad.
Cada abrir y cerrar de la puerta escribe una línea diferente y a veces similar a la historia diaria de cada día laboral para el pasajero y conductor.
La ruta es la misma día tras día pero puede ser alterada por imprevistos que se puedan encontrar.
El cambio de operador, cambia el ambiente debido al elemento humano por el punto de vista que el individuo percibe de su deber y cuanto se apega a las reglas que debe seguir.
Termino de la jornada. Es mandatorio informar al operador que releva la función del vehículo o alguna situación sobresaliente que pudiera afectar la seguridad. Bridando el respeto apropiado a los usuarios y operador ser cordial al dejar el vehículo con una seña de agradecimiento y continuar.
Luego esperar el transporte para trasladarse al lugar de empleo para recoger uno su vehículo particular para regresar al hogar, uno pasa a ser un pasajero que quiere ser ejemplar para otro día el respeto de otros poderse ganar.
Llenar reportes de cosas inusuales, saludando a todos. Salir de una manera afable y comenzar a batallar el tráfico de una manera sabia para llegar al hogar y poder dar conforte a la familia para el próximo día otra vez el laborar comenzar.