A Federico Barcelona apersona

Barcelona apersona

A su mejor de la zona

Que a su Josefina toma

Y a su ventana asoma

La musa que usa pero no la abusa

Un ruiseñor lo inspira

Cuando Federico respira

Y suspira al ver a su amada

Que mientras escribe

Ella se reclina a su almohada

Cuando Neruda se muda

A un rincón de su teclado

Esclavizado a la informática

Con tan alta gramática

Diplomática y de hermosura automática

Cerrando los ojos sueña

Con lo que sus escritos enseñan

Y preña la mente de sus lectores

Impregnada de mil conceptos

Y hace sus escritos y a ellos aceptos

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